Qué ver en Morella. Uno de los pueblos más bonitos de España

Que Morella esté en la lista de los pueblos más bonitos de España no es una casualidad. Y es que la pequeña población del norte de Castellón atesora tanta historia en el interior de las murallas que la han protegido, que es fácil entender el porqué de su atractivo. No son pocas las cosas qué ver en Morella. Todos los pueblos que por ella han pasado han dejado su impronta y fruto de todos ellos, hoy día Morella es una de las poblaciones más encantadoras de la Comunidad Valenciana.

Grandes conquistadores como El Cid o Jaume I, los más importantes poderes religiosos como el Papa Luna o incluso santos como San Vicente Ferrer pasaron y vivieron en Morella, imaginad la importancia de la ciudad ya desde tiempos inmemoriales. Así, si bien su privilegiado enclave como defensa ya es conocido desde tiempos prehistóricos, es en el medievo cuando ciertamente cobra importancia y se desarrolla entorno al castillo como una de las ciudades más importantes durante siglos.

La escapada para visitar Morella

Terminando el año y buscando un lugar tranquilo, frío y con atractivo suficiente, surgió la idea de una corta escapada a Morella, una población que muchos visitan en una excursión de un día pero que bien merece un par de jornadas. Con 48 horas en Morella te harás, además de con un buen puñado de fotos de todos los lugares interesantes que cuenta la ciudad, con un buen recuerdo gastronómico. La ciudad tiene un montón de restaurantes que merecen la pena y una cocina autóctona bien preservada. Pero vamos primero al paseo. Aquí os dejamos una buena lista de lo mejor de Morella, esas tan repetidas en blogs con el rimbombante título de “las mejores cosas que ver en Morella“. A decir verdad creo que da para muchas más pero las hemos reunido…

Vista de la ciudad medieval de Morella
Vista de la ciudad medieval de Morella

Las mejores cosas qué ver y hacer en Morella

Dar un paseo por el interior de la ciudad medieval

Así comenzaba la lista una de las webs que consultamos y desde luego no podía ser más acertado el consejo. Merece la pena perderse por cualquiera de las calles de Morella. Aunque al principio parezca tedioso moverse por la ciudad consecuencia de sus empinadas cuestas, nada más lejos de la realidad y en pocas horas la habrás pateado de lado a lado y comenzarás a “poder perderte” por la misma. Las paralelas a la gran muralla que circunda la población son casas llenas de palacetes y grandes casonas blasonadas, difícil hacerse con todas ellas. Las que van o vienen del castillo son, como digo, empinadas pero con amables escalinatas en muchas de ellas y con vistas increíbles en todos los casos. Nos gustó especialmente el rato que nos perdimos en las estrechas calles del antiguo barrio judío. Aquí convivieron muchos años moros, cristianos, judíos y se nota en cada rincón.

Recorrer la calle Blas de Alagón entre la plaza Colón y el Ayuntamiento

Gusta especialmente la calle Blas de Alagón, una estrecha calle porticada donde se sitúa desde hace siglos el mercado autorizado en su día por Jaume I y que desemboca en un lado al Ayuntamiento, ejemplo de edificio gótico-civil premiado por su restauración a nivel europeo. Es, sin lugar a dudas, el lugar donde pasear de noche en busca de un local donde tomar una tapa. Hacia arriba se abre a la amplia plaza de Colón flanqueada por las murallas.

calle Blas de Alagón de Morella
Calle Blas de Alagón de Morella

Visitar la basílica de Santa María la Mayor

Admirar por dentro y por fuera la Basílica de Santa María la Mayor. Lo ponemos en tercer lugar si bien para nosotros podría ocupar la primera de las prioridades en una visita a Morella. Fabulosa en su fachada y en las dos puertas de acceso e increíble en su interior. Tanto la puerta de los Apóstoles presidida por la virgen con el niño como la puerta de las Vírgenes con Santa Úrsula en lo alto merecen un buen rato de admiración. Una vez dentro nos quedamos totalmente maravillados con el altar de la Virgen del Carmen, el singular coro de crucería muy rebajada a diferencia de tantos otros y la escalera helicoidal que le da acceso. Menuda riqueza en su decoración. Si ya crees haberlo visto todo, todavía queda el retablo churrigueresco del altar mayor y el órgano barroco con 3693 tubos.

Basílica de Santa María la Mayor de Morella
Basílica de Santa María la Mayor de Morella

Subir al castillo de Morella y disfrutar las vistas

Subir al Castillo de Morella y visitar todo lo que queda de sus estancias empapándose de la historia del Reino de Valencia y mucho antes, de la historia de España. Como digo, merced a su privilegiada localización geográfica no hubo pueblo o cultura que se resistiera, por las buenas o por las malas, con esta atalaya.

Recorrer la Alameda extramuros

Pasear por la Alameda, un paseo extramuros desde el que contemplar el excelente estado de conservación de la muralla medieval y más allá de los límites de la comarca. El paseo nos servirá para acercarnos a la construcción y por supuesto a algunas de las famosas puertas que daban acceso a la población. El paseo de la Alameda comienza en la mencionada plaza de Colón y una vez cruzada la puerta de los Estudios sigue paralelo a la muralla hasta la puerta de la Nevera. Nos acercaremos desde aquí a las imponentes torres de Sant Miquel, las torres gemelas de Morella construidas en el siglo XV en cuyo interior actualmente los niños disfrutarán de un espacio para el juego.

Castillo de Morella
Castillo de Morella

Visitar los talleres artesanos de Morella

No sabría el orden de todo lo que viene y recomienda todo el mundo. ¡No podemos ser menos! Visitar alguno de los talleres artesanos que se dedican desde tiempos inmemoriales al trabajo textil, mención especial a las famosas mantas morellanas. Degustar previa visita alguna quesería de Morella. Son muchas las variedades de las que alardean los morellanos aunque reconozco que nosotros no le acabamos de encontrar el gusto a los quesos de la zona (perdonadme los morellanos y los muy queseros).

Visitar al museo de los dinosaurios

Visitar el museo-exposicón “Temps de Dinosaures”. No sé muy bien de que se trata pero si viajas con críos seguro que es un momento mágico para que lo disfruten. Desde luego todo el norte de Castellón es rico en excavaciones de estos bichejos tan atrayentes para los pequeños.

Aventura en Saltapins

Y también para los que viajáis en familia leímos mucho y todo bueno acerca del Saltapins, un parque de aventura en los alrededores, con tirolinas, puentes de troncos, lianas y todo tipo de artilugios para cansarse (eso que tan bien le viene a los niños según tenemos entendido)

Las antiguas calles de Morella
Las antiguas calles de Morella

Dónde comer y dormir en Morella

Como no puede ser de otra manera da hambre la visita de la ciudad  y estáis en el lugar perfecto para un buen homenaje. Morella tiene fama de buena gastronoimía y hay varios establecimientos con buenas puntuaciones en guías tan prestigiosas como la Michelin. Fueraparte de menciones entrar en alguno de estos famosos restaurantes de Morella es casi casi una obligación. Además nosotros tuvimos la suerte y acierto de visitar la ciudad en plena época de recolección de la famosa trufa negra de Morella.

> Hotel La Fonda Moreno. 60 € por habitación doble con desayuno, razón por la cual nos decantamos por este. La verdad es que a pesar de una reciente restauración, las dos estrellas se notan y tal vez no valga los 60 €. La habitación pequeña en la tercera planta con techo abohardillado era bonita, que no cómoda. El desayuno magnífico. De repetir, tal vez lo haríamos en el antiguo palacio y ahora hotel del Cardenal Ram que desestimamos al principio por no incluir el desayuno en un precio similar. Mejor situado y con el atractivo añadido del antiguo edificio, nos quedamos con ganas de probarlo. El propio hotel sirve comidas y cenas y tiene buen prestigio en la población. Nosotros probamos la cena en una de las noches y no le podemos poner ni un pero sin ser nada especial.

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> Restaurante La Fonda. Menú 19 € sin bebida ni café. Un menú más que suficiente con productos de temporada y todos de la zona. Mención especial las longanizas o el ternasco al horno. Como entrantes una sabrosa ensalada fría y la cecina y el jamón de la zona con denominación de origen. Hemos de decir que no le encontramos el sabor a los famosos quesos morellanos. Correcto aunque la disposición del local en tres plantas no lo hace cómodo. La mayoría de restaurantes en Morella han adaptado esta particular disposición dado el espacio de que disponen.

> Restaurante Daluan. Menú Tierra 42 €. Menú degustación largo, como corresponde. Probamos la famosa trufa negra de Morella (tal vez todavía algo verde), y un montón de platos bien elaborados. Difícil sacar todos los sabores de los ingredientes pero muy bien presentados. Terminamos con los canelones de la abuela y unas chuletas de lechal. Como postre un carpaccio de piña con crema catalana. Reconozco que nos costó digerir toda una tarde el menú completo.

Con estos manjares concluían nuestros dos días en Morella, una escapada corta a nuestro entender pues son muchos los atractivos que quedaron por explorar en la comarca. Seguro que, después de lo visto, se nos antoja una vuelta otro día.

Morella

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