Cuatro días en la Patagonia chilena. Las Torres del Paine

Mirador de los cuernos del Paine, imprescindible visita en un viaje de cuatro días en la Patagonia chilena

Dicen que correr por la Patagonia es perder el tiempo. La extensión de esta porción de Sudamérica es tal que se hace muy difícil saber por dónde comenzar. Nosotros tan solo pudimos pasar cuatro días en la Patagonia chilena. Menos mal que algo ya conocíamos de anteriores viajes: ya pudimos subir a la laguna de las Torres del Paine ¡hacía 20 años! e incluso nos hicimos capornaires a bordo del Stella Australis navegando hasta Tierra de Fuego y más allá, en el cabo de Hornos. Pero a un lugar como la Patagonia siempre apetece repetir. Además entrando noviembre se abría la mejor época para un viaje a la Patagonia.

Con esos cuatro días en la Patagonia y teniendo en cuenta que solo en Chile abarca desde Puerto Montt hasta Cabo de Hornos con parte de la Región de los Lagos, Aysén en su totalidad y parte de la Región de Magallanes… sonaba ambicioso.

Sin ánimo de perder la cabeza, nosotros quisimos aprovechar únicamente para disfrutar del parque nacional de las Torres del Paine (si la huelga de los guardabosques de CONAF nos lo permitía…). Para conocer todas las opciones que ofrece el PN de Torres del Paine ¡escribimos un artículo completísimo!

Cómo organizar cuatro días en la Patagonia chilena

Cómo y cuándo viajar a la Patagonia chilena

El vuelo hasta Puerto Montt o Puerto Natales

Llegábamos a Punta Arenas en vuelo desde Puerto Montt. Suponía recorrer por carretera los más de 200 km que nos separaban de Puerto Natales, la puerta natural de entrada a las Torres del Paine. Cuando comienza la temporada de turismo a Patagonia existe un vuelo directo entre Punta Arenas y Puerto Natales. Nosotros lo quisimos reservar con tiempo, todavía no operaban este vuelo y por ello elegimos Puerto Montt. Aún así, Noviembre es un muy buen mes para el viaje y junto a el invierno español la mejor época para viajar a la Patagonia. Eso nos permitía circular por las carreteras sin mayor problema. 

La compañía chilena LATAM nos cobró el vuelo más caro de cuantos llevábamos en aquel viaje por Chile: 185 € por solo ida. Incluía mochila de mano y la mochila en cabina de hasta 10 kg. Al menos no teníamos que facturar. O eso pensamos porque a punto de abordar el avión nos bajaron los equipajes a bodega… Parecía que nos querían fastidiar el final del viaje.

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Alquilar un coche para recorrer las Torres del Paine

En Punta Arenas, esta vez habíamos reservado un Suzuki Baleno con RAC Recasur. Fue la única compañía que nos dio cierta garantía en la reserva online aunque en el pequeño aeropuerto de Punta Arenas, una vez aterrizamos, vimos otras muchas compañías de alquiler. Chilean Rent a Car que tan bien nos funcionó en Atacama y Los Lagos, no operaba en Patagonia.

El vehículo costaba 385 € para cuatro días, eliminando la franquicia del seguro y con todos los posibles daños cubiertos (lunas, neumáticos y robo). Eran casi 100 € por día pero fue imposible encontrar algo mejor. El coche estaba, al menos, como nuevo. Los trámites de alquiler fueron rápidos y de inmediato nos pusimos en marcha. Recorrimos 1000 km con el coche (95 € de gasolina que sumar el presupuesto).

En total fueron 230 km entre el aeropuerto de Punta Arenas y Puerto Natales. 30 € de combustible que cargamos solo llegar a destino y unas 2 horas y cuarto. La carretera está perfecta y salvo por el viento habitual permite velocidades entre 100-120 km/h. El depósito quedaba lleno. A partir de Puerto Natales, se complica encontrar gasolina.

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Dónde dormir en Puerto Natales y en el PN de las Torres del Paine

En Puerto Natales reservamos para dos noches el Hostal Nataly. Por 106 $ teníamos una habitación doble con baño. El desayuno estaba incluido. Lo más austero y barato que encontramos y desde luego que es las dos cosas. Nada de lujo, pero bien situado, muy amables y dispuestos a toda explicación necesaria con el detalle necesario para tus días en las Torres del Paine.

Y vaya si necesitamos explicaciones… los planes que teníamos: hacer el trekking a la base de las Torres del Paine venían tambaleándose hacía días. La huelga de los guardaparques lejos de cesar había empeorado y no permitían el acceso a gran parte del parque. Nada de hacer el trekking y nada de poder navegar por el lago Grey. El piquete cortaba el camino tras el primer tramo del trekking en el campamento Chileno y era imposible llegar a la laguna. Tocaba reorganizar aquellos planes para nuestros cuatro días en la Patagonia chilena. Definitivamente este último tramo de nuestro viaje a Chile estaba gafado.

Para la tercera noche, nos dimos un capricho. Teníamos reservado el hotel Lago Grey. 400 € por noche que nos íbamos a gastar porque lo merecemos. Uno de los handicaps del parque nacional es el llegar. Alojarse en Puerto Natales, lejos de ser económico, supone estar a 100 km del parque. Cada día recorrer esa distancia es pesado. En caso de que busques alojamiento en el interior de la zona protegida, los precios se disparan todavía más. Estaban pidiendo hasta 250 € por dormir en un refugio en habitaciones compartidas, para que os hagáis a una idea. Así que no nos pareció tan mala idea la del hotel junto al lago. Desde luego la ubicación y las instalaciones son inmejorables.

Nos quedó una última noche en Puerto Natales. Mucha oferta y oportunidades. Elegimos en Hostal Los Pinos. 60 dólares por la habitación doble con baño y desayuno. Más grandes y mejor que el Nataly he de decir.

Consejo: si vais a pasar tres días en el parque nacional es muy pensado ir y venir a Puerto Natales para dormir. Mínimo una hora y media por trayecto. Os aconsejamos pasar al menos una noche en el lago Grey y buscar opción en el sector de laguna Amarga para una segunda noche.

Los post de nuestras 2 semanas en Chile por libre

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Nuestra ruta de cuatro días de viaje en la Paragonia chilena

La huelga de los guaradaparques en Chile dio al traste con gran parte de nuestros planes para aquellos cuatro días en la Patagonia. Aquella misma noche de nuestra llegada tuvimos que ponernos manos la obra. Con el trekking cerrado y la navegación al glaciar Grey cancelada, trazamos las mejores alternativas en el parque nacional de las Torres. A la vuelta le quisimos dedicar un artículo más completo a todas las opciones que tenéis para organizar mejor los días en el Parque Nacional de las Torres del Paine. No dejéis de visitarlo si tenéis oportunidad. Uno de los lugares más bonitos del mundo.

Qué ver en cuatro días en la Patagonia chilena

Día 1. “Full day” en las Torres del Paine. Lago Pehoe, Pudeto, Sarmiento y laguna Amarga (290 km)

Era un circuito cómodo que montaban la mayoría de compañías turísticas y que rodeaba el parque de mirador en mirador con rutas a pie más cortas. Tomando como referencia algunos de estos recorridos nos montamos en el coche habiendo marcado los puntos de mayor interés y añadiendo algunos en los que pensábamos podríamos emprender algún sendero caminando. De nuevo estábamos a expensas de la huelga de los trabajadores de CONAF.

Los miradores Toro, Grey y Cuernos

Salimos de Puerto Natales por la Y290, una de las carreteras que lleva al parque, probablemente la más corta, unos 90 km hasta la entrada. En 25 km la cueva del Milodón, una gruta en la que no tenemos demasiado interés. A partir de ahí la calzada alterna ripio con asfalto. Llegamos a la primera parada, a 70 Km de la salida, el mirador del lago Toro, el mayor de la región de Magallanes. Tras cinco kilómetros, el mirador Grey, mucho más espectacular. Y de inmediato el tercero que faltaba: el mirador de los Cuernos del Paine.

Miradores de las Torres del Paine

Tras 85 km estamos en Portería río Serrano, uno de los accesos donde registrarse en en parque y pagar la entrada. Los carteles del paro de guardabosques confirman lo peor: trekkings cerrados al igual que el lago. No hay nadie así que no se exige la entrada. Seguimos adelante.

Salto Grande, lago Sarmiento y laguna Amarga

Desde la puerta de río Serrano se puede tomar a la izquierda el sector del lago Grey, que haremos mañana o girar a la derecha hacia Salto Grande. Al poco, un puente cruza el río Paine. Aparcando allí mismo hay un sendero de pocos metros con buenas vistas.

El Salto Chico

Llevamos 100 km en coche y todos los rincones piden a gritos parar. Un hotel, el Explora, nos sirve para aparcar y caminar un poco hasta el Salto Chico. Un secreto, después de hacer el recorrido sobre los tablones de madera marcados, entrad al hotel con la excusa de un café. No lo sirven si no te hospedas pero saldrás por la puerta del mismo con las mejores vistas. Os parecerá corto el sendero pero merece la pena. Si hay mucho bus en los miradores anteriores, saltadlos y llegad aquí: es el premio gordo.

Muy cerca el camping Quincho Parrilla del lago Pehoe. Hemos de decir que la cafetería está de lujo. Aprovechamos para dos cafés: 2500 pesos cada uno.

Desde el restaurante, otro senderito lleva al mirador Cardan en la misma orilla del lago. El reflejo de las torres sobre el lago da otra de esas fotos imprescindibles. Habremos tenido mala suerte con la huelga de marras pero nos ha salido el mejor día que podríamos esperar.

Bordeando el lago con el coche y unos metros adelante la hostería Pehoe. Un hotel que se localiza en una pequeña isla del lago al que se accede con una pasarela de madera. Fue uno de esos que exploramos para alojarnos pero los comentarios sólo hablaban bien de él por la localización.

El Salto Grande, el mirador Cuernos y el mirador Nordenskjöld

Unos 20 km desde que entramos al parque, el sector Pudeto. Desde aquí embarca la gente hacia el refugio Paine Grande, uno de los puntos donde engancharse a uno de los grandes trekkings del Paine. Nosotros vamos al segundo de los parkings, el que lleva a el Salto Grande.

Esta ruta si es también muy abordable. Llama mucho la atención un cartel que advierte de los fuertes vientos que recorren el tramo. En caso de superar los 80 km/h es aconsejable no pasar. El salto está a unos 900 metros y el mirador sobre 2000. El paseo hasta allí es pura magia. Decidimos seguir y llegamos hasta el mirador Nordenskjöld. Puede llevar una hora desde el parking. El lago del mismo nombre luce un color de difícil definición y en su superficie se reflejan las siluetas nevadas de los picos. ¡No es mucho esfuerzo para tanto premio!. La ida y la vuelta al aparcamiento se llevó dos horas.

De vuelta en el embarcadero de Pudeto la cafetería nos sirvió para un par de refrescos y comernos frente al lago el bocata de jamón serrano que traíamos. Suena bien ¿no?.

De nuevo en marcha giramos esta vez hacia el lago Sarmiento y las lagunas Amarga y Azul.

Laguna Amarga y laguna Azul

Tras cruzar entre dos pequeñas lagunas, las Mellizas, las vistas del imponente macizo del Almirante Nieto y tras él, el glaciar Torres. Se suceden varios miradores que van mostrando distintas caras del gran almirante. Salimos esta mañana con un grado sobre el cero y hemos alcanzado los 20 a las cuatro de la tarde con un sol radiante. Parece que es la hora en que aparecen más guanacos, que se muestran ajenos a nuestra presencia.

Llegamos a la portería de Laguna Amarga, el lugar desde donde parten los trekking a Base Torres. Los carteles de protesta no dejan lugar a dudas: “Base Torres cerrado”. Entramos con el coche detrás de otros muchos que, ante la ausencia de control, llegan hasta el aparcamiento. La muchacha de información nos cuenta que efectivamente se puede llegar al refugio chileno pero el puente que da paso desde aquí ha sido quitado. En caso de que pases de alguna manera, los guardaparques impedirán que digas. Un sueldo digno (cobran 400.000 pesos al mes), subida en las dietas (3000 pesos diarios para comida) y aumento de plantilla (son 25 para el cuidado y vigilancia de todo el parque)… parece razonable.

Con lo que queda de tarde, subimos hacia laguna Azul, solo 20 kilómetros de ripio para llegar. En el camino una parada imprescindible: la cascada del Paine. Brutal el caudal que arrastra. El río, con tan solo 30 kilómetros de longitud, recoge el hielo de hasta cinco glaciares para después formar cinco de los lagos del parque antes de desembocar en el fiordo.

Alcanzamos la laguna Azul después de 10 horas desde nuestra salida de Puerto Natales. Hemos recorrido 165 km. Solo quedan ganas de un par de fotos más con las torres, omnipresentes, al fondo y emprender la vuelta.

Día 2. Sector Grey. Noche en el hotel del Iago Grey (105 km)

Hoy nos dirigimos al sector del parque nacional que nos falta. El lago Grey recibe las aguas del glaciar del mismo nombre y es famoso por la posibilidad de navegar en sus aguas entre los témpanos de hielo que se sueltan del mismo.

Antes de salir de Puerto Natales, llenamos el depósito de nuevo (25 €). No es buena idea dirigirse al parque con dudas en este sentido. Una hora y media y 105 km de nuevo entrando por río Serrano al parque nacional.

El alojamiento en el hotel Lago Grey

Nos alojaremos en en hotel Lago Grey. ¡Un día es un día!. 400 € por habitación doble con desayuno (como para que no te lo pongan…). Es aconsejable reservar con mucho tiempo, pese a su precio, no será fácil hacerse con una habitación.

Para la comida y la cena se exige hacer reserva. La comida es buffet y la cena tiene dos turnos, a las 19 y a las 21. El bar para compartir alguna cosa y sándwich está abierto hasta las once de la noche. Merece mucho la pena en caso de que estén abiertos los senderos a los miradores y playas del lago. El paro de guardaparques nos fastidió nuestro plan pero al menos pudimos hacer la navegación hasta el glaciar.

Hasta la hora del check in optamos por un paseo que lleva hasta la playa de los témpanos. La ruta sale del hotel y aunque la tentación es bajar a la orilla y seguir paralelo al lago, no tendrás acceso más adelante. A pesar de estar mal señalizado, Maps.Me lo tiene bien indicado. El sendero discurre por un bosque de árboles retorcidos por el viento. Algunos aparecen arrancados de sus raíces. Imaginamos cómo debe soplar por aquí…

El camino sale al parking del mirador Lago Grey hasta donde también se podría llegar con vehículo. Allí mismo, un restaurante: el río Pingo. Los guardaparques y su maldita huelga nos impiden el paso más allá. El puente está bloqueado… El camino que sigue está marcado como de baja dificultad y tras 6 km lleva a la isla de los Hielos (2 horas ida y vuelta). Me temo que no será este viaje.

Volvemos, esta vez sí, por la orilla del lago. De fondo de nuevo las cumbres y flotando en las aguas unos témpanos de hielo que parecen pequeños desde la distancia.

Los senderos alrededor del lago Grey
Los senderos alrededor del lago Grey, bordeando la playa de los Témpanos

Navegación en el lago Grey

Con más suerte que otra cosa conseguimos enrolarnos en el catamarán que saldrá a las dos de la tarde. El tiempo está torciéndose y no está claro hasta última hora si saldrá. Los barcos hacen cuatro salidas diarias: a las 9, a las 12, a las 14 y a las 17 horas pero esto varía mucho según las condiciones.

Cuesta 75000 pesos para la ida solo (para los que se quedan en el otro lado comenzando así uno de los grandes trekkings del parque en refugio Grey) y 85000 pesos (90 € por persona) en caso de ida y vuelta. Incluye un pisco sour, ¡que menos!

Finalmente comienza el check in a las 13 horas. Parece que aceleran ante el cambio inminente en el viento. Entre la una y las dos llevan en zodiac a los grupos hasta el catamarán, anclado enfrente. Dado que el puente está bloqueado, es la única manera de llegar al catamarán.

Siendo el primer grupo en llegar a la isla y a la espera del barco y el resto de grupos, damos un paseo hasta acercarnos al mirador que no alcanzamos antes. El enorme catamarán tiene capacidad para 100 personas.

El embarque es un poco desastre. En grupos de 15 llegamos con la zodiac pero hasta la llegada de todo el grupo no se sube al catamarán. A la vuelta es igual de caótico, bajar a todos los viajeros e ir sacándolos de la isla con una sola barca para un máximo de 15 personas, alarga mucho la espera.

Son las 14:30 cuando se pone en marcha. La duración de la navegación se lleva en torno a dos horas y media. El lago llega a alcanza los 475 metros de profundidad y nos acercamos al glaciar. El glaciar Grey tiene seis kilómetros de longitud en su desembocadura alcanzando los 15 kilómetros de profundidad. Se comunica con el campo de hielo Sur junto otros 49 glaciares. Forman así la tercera reserva mayor de agua del mundo.

El catamarán se acerca progresivamente al frente de hielo. Y vaya si sé aproxima. Primero a los fragmentos desprendidos que vagan por sus proximidades y después a cada uno de las dos lenguas glaciares donde para más de media hora. Se suceden fotos, peticiones, selfies… hay tiempo para todo y para disfrutarlo. Sin duda una de las mejores aproximaciones a un glaciar que llevamos vividas.

Después de cerca de dos horas, volvemos al hotel. Habrá que revisar y elegir entre muchas, tal vez demasiadas, fotografías.

Atardece en el lago Grey. Pedimos mesa junto a una ventana. Es un privilegio estar aquí arriba para verlo.

Día 3. Parque Nacional de las Torres del Paine y visita de lo mejor de Puerto Natales (110 km)

Amanecemos dentro del parque nacional de las Torres del Paine, en la orilla del lago y frente al glaciar Grey. El día, sin ser igual de bueno que los anteriores, promete. Así lo habíamos planeado, levantarnos en pleno parque nacional para tomar algún sendero. El mayor problema es que muchas de las rutas que emprender están cerradas por los guardaparques. Salimos tras el desayuno en busca de algún buen trekking con el que desquitarnos.

Antes de salir por la puerta de río Serrano, está la ruta al mirador Lago Toro. Es larga y de dificultad alta (5 km) pero pensamos en hacer un tramo. Desistimos tras una hora de fuerte pendiente. Las vistas del lago ya están alcanzadas y tampoco es uno de esos senderos especiales del parque.

Mediodía y ponemos rumbo de vuelta a Puerto Natales con el agridulce sabor que nos deja el PN. La primera y única vez que alcancé la base de las torres, con 20 años menos, era septiembre y no precisamos de ninguna preparación o permisos. Simplemente caminamos, reconozco que de manera inconsciente entonces, en una época en que todavía no se habían adecuado las rutas. Llegamos en vaqueros y zapatillas y la sensación de victoria fue indescriptible.

El fracaso de esta ocasión, con botas, térmicas y todo el tiempo para programarlo ha sido demoledor. No todos los días se está aquí para disfrutarlo. Al menos nos vamos convencidos de que pusimos todo de nuestra parte.

En el camino, a regañadientes, hacemos parada en la cueva del Milodón, ese herbívoro gigante que habitó estas tierras. No somos muy de meternos en cuevas y siempre acabamos metiéndonos. El caso es que ¡también estaba cerrada!. Esto, a decir verdad, es un alivio. Tarde para comer y pasear por Puerto Natales. Los locales son una barbaridad de chulos. Bueno, y tiempo también para cambiar una rueda pinchada y repararla. Un 10 para Recasur.

Día 4. Puerto Natales-Punta Arenas (230 km)

Improvisamos la salida de Puerto Natales un día antes. Desde Punta Arenas, donde devolvíamos el coche, quisimos aprovechar para visitar la pingüinera de isla Magdalena y Santa Marta pero no hubo manera. A pesar de estar avanzado noviembre todavía no operaban al 100% los tours probablemente porque no estaba la población de magallánicos a tope.

Nos alojamos en el Hostal Fernando de Magalhaes. Por 75 € la habitación (60 $ al pagar en efectivo) pasaríamos nuestra última noche en Chile. La próxima sería en el aire. El alojamiento está perfecto y la habitación que nos dieron estaba como nueva y con vistas al estrecho de Magallanes. Un tío muy amable, muy servicial en la información que nos regaló. Nos preparó un desayuno para llevar puesto que salíamos temprano a la mañana siguiente.

Comemos en la zona franca (la tercera vez que llego hasta aquí y pienso que algo encontraré… nada que os vaya a quitar el sueño si no vais), repostamos para dejar el vehículo con el depósito lleno (37 €), damos un paseo por el centro de la ciudad (con algún atractivo que seguro que no esperas) y preparamos nuestra vuelta a España.

Taxi en Punta Arenas y el aeropuerto: 10000 pesos. Llamada el día previo para recogida en el hotel a la hora convenida. Unos 20 minutos de trayecto a primera hora de la mañana.

Para comer y beber en Puerto Natales

La oferta de restauración en Puerto Natales es apabullante. Para todos los gustos y bolsillos. Teníamos una buena lista de los que queríamos probar y en algunos lo conseguimos. Recomendaciones viajefilos en Puerto Natales:

> Restaurante El Bote. Uno de los que siempre está lleno. Probamos la centolla magallánica, el cordero magallánico y los ostiones parmesana. Con dos cervezas Natales: 60 €

> El Puesto Restobar. Un bonito local en la Plaza de Armas donde probamos una buenísima cerveza artesanal. Nos quisimos lanzar a cenar pero nos pareció caro, así que después de una birra no probamos más. Aún así, nos moló el ambiente y volvimos otro día a probar otros cocktails, no fallan en buen rollo nunca. El ceviche de salmón es un acierto para acompañar una birra.

> La Picada de Carlitos. De esos en los qye pasábamos y estaban “los PuertoNatalenses”. Carta muy de la ciudad, con ceviches, centolla y carnes. Probamos el ceviche de salmón (nada especial) y compartimos una hamburguesa (estamos escarmentados con el tamaño de los sanguches chilenos…). 25 € con un par de cervezas. Como dicen: Ni fu ni fa

> Hotel lago Grey. Tendrás que cenar si o si en el restaurante si te alojas aquí. La comida es buffet y no lo probamos. Para la cena ofrecen carta en el restaurante o algo más informal en el bar. Los platos andan en 20 €, pero algunos de ellos te los ofrecerán para dos. Las dos cervezas, un cordero magallánico, este si, cocinado a fuego lento, un tártar de salmón buenísimo y el café: 65 €. La relación entre la calidad de lo servido y como lo sirven respecto a otros sitios… no hay duda, esta bien pagado.

> Kau Patagonia. Muy cerca del Milodón que te da la bienvenida a la ciudad. Una pasada de local aunque nos parece más para echar un café y un dulce. Tiene una carta muy cortita de comidas. El ambiente es muy chulo probablemente gracias al Hostel anexo. Las vistas de la bahía completan el atractivo del lugar.

> Le Finestre, en la misma calle que el anterior. Paramos de casualidad, parece que lleva poco tiempo abierto. Un italiano pero con risottos y pasta larga a base de mariscos y pescados que te hace la boca agua. Comimos una lasaña (me resigno a ser carnívoro) y unos sorrentinos de centolla con tinta de calamar. Además la ensalada con salmón ahumado: 35 € cada uno ci tiramisú y café. Muy recomendable.

> La Yegua Loca, en Punta Arenas. Hotel y restaurante. Para despedirse en un buen lugar donde probar los mejores platos magallánicos con vistas del estrecho. El lugar es un encanto, lleno de antiguos aperos de los que colonizaron la región. Pedimos la trilogía de mar (ceviche de salmón, centolla y pulpo al limón), las machas a la parmesana con vino blanco y los camarones apanados en coco con salsa de calafate. 35 € cada uno. Hemos de decir que habíamos probado mejores ceviches.

Hasta aquí nuestros accidentados cuatro días en la Patagonia chilena. Ya sabéis porque no nos gusta hacer planes…

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Jose Luis Bauset
Soy Jose Luis, más conocido como Bau. Aquí compartimos nuestras experiencias viajando. Viajefilos es nuestro blog de viajes, donde todos aquellos adictos a viajar pueden buscar inspiración.

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