En esta ocasión volamos a Salzburgo desde Cork, Irlanda, vuelo directo de apenas 2h. El viaje era organizado por la empresa Topflight. El aeropuerto de Salzburgo es coquetón y “recogido”. Desde allí salida en buses según los destinos y hoteles elegidos. Buena organización con la compañía, casi siempre habla visible un representante.
Aeropuerto de Salzburgo – Söll alrededor de una hora y media en bus.
La escapada a Salzburgo
Paramos en St Johan del tirol a dejar a un primer grupo y media hora después estábamos recogiendo la llave en nuestro hotel, el Garni Schonblick***.
Hotel sencillo y la habitación más que adecuada para un resort de esquí, con baño completo, amplia, con balcón y vistas a las pistas.
En el edificio de al lado un bar, mas bien un multi bar, el RED Horse, PUB de copas, un bar con menú tipo pizzas y hamburguesas y también un Irlandés algo descafeinado pero ahí estaba.
En todos los bares se puede jugar a algo con un tronco de madera, un clavo y un martillo. Tradicional juego austriaco, llamado Nageln. Parece que hay q acertar al clavo con la parte fina del martillo, lo que se consigue depende de quien juega, una ronda gratis, que los otros beban, en fin cada uno…
El esquí y el après esquí en Söll, Austria
Por la mañana, después del desayuno del hotel, tipo buffet, con tostadas, zumos, yogures, cereales y alguna que otra cosilla más del lugar como unas galletitas rellenas y una especie de ensaladilla. Alquilamos material en un sitio que traíamos contratado con la agencia, Snow & Fun, junto a la rotonda de acceso a las pistas, a 2 minutos del hotel. El material muy bien, prácticamente nuevo, de hecho las botas de Evha aun llevaban los papeles dentro. También es tienda de deportes, de moda… un poco de todo.
Nosotros solemos reservar una taquilla en pistas para no tener que ir cargados con el material cada día, así que los guías nos dieron 2 opciones, una en el mismo huevo de subida a las pistas y otra a una parada de autobús de allí, a mitad camino desde el hotel, a unos 5 minutos caminando. Optamos por la del huevo por comodidad, 30 euros 6 días dos personas. El sitio es un centro comercial del deporte, alquiler y venta de esquís y botas, tienda de deportes, moda de nieve… y siempre lleno de gente.
Por la tarde fuimos a dar una vuelta por Söll, un pueblecito muy coqueto, con calles de piedra, un par de iglesias y edificios decorados y de arquitectura tirolesa. Entramos a un bar irlandés, parece que hay en todas partes, pero esta vez mas autentico, música en vivo, fútbol en las teles y típico menú irlandés, con sus fish and chips: The Mill, en un complejo llamado Whiskey Mühle. En la planta de arriba el Auf da Mühle, un restaurante de lo mejorcito del lugar con una terraza acristalada muy chula. Si vas a ir mejor reserva porque aunque es grande se llena siempre, sobre todo en fin de semana. Carne, pescado, pizza y platos típicos austriacos. Hasta arriba, con postre típico (KAISERSCHMARRN) y bebidas no llego a 50 euros la pareja.
Cenados y hechos polvo después de un día de Esquí de los que hacen afición estábamos en la cama antes de lo planeado. Mañana será otro día.
Otro local en el que pasamos muy buenos ratos fue el MoonLight, con todo lo necesario para un buen après ski. Música tirolesa, cerveza, schnapps (licores de alta graduación en chupitos), comida y lleno de gente con ganas de pasarlo bien antes de ir al hotel. Ojo con el Jagermeister!!
La estación de Söll comparte dominio con otras, todas reunidas en www.skiwelt.at con más de 250 km de pistas y cerca de 90 remontes. En los 6 días que hemos disfrutado el tiempo ha acompañado, sol todos los días y poco frío lo que hace que normalmente a las 3 las pistas estén ya muy trilladas, con bumps y nieve papa, sobre todo en las que no dan a norte. Es lo que tiene esquiar en Marzo…
La comida y la cerveza austríaca
La comida austriaca tiene un buen nivel, sobre todo en relación a las carnes, la ternera y el venado son muy típicos aquí (schnitzel) también patatas asadas y en forma de “gnocci” con queso y hierbas (Käsespätzle) o el Gröstl, revuelto de patatas con trozos de carne y cebolla, muy recomendable en pistas. Creo que visitamos casi todos los restaurantes de la calle principal, digno de mención el Schulhaus, más moderno y con muy buen ambiente.
Austria también es famosa por sus cervezas, de muchos tipos, la omnipresente Paulaner pero tb otras muchas de trigo de gran calidad. Stiegl tiene la fabrica en Salzburgo y se puede visitar. Las lager más flojetas, con un regusto a la del Lidl, de la que no soy muy fan. Ah, y un apunte para que no pille de sorpresa, la mezclan con coca-cola como nosotros con gaseosa. Ahí lo dejo…
La visita de Salzburgo en unas horas
Día de vuelta con excursión a Salzburgo. Dejamos el hotel a las 9 de la mañana y a eso de las 10.30 estamos en el centro de Salzburgo.
El autobús nos deja en la calle Paris-Londres, junto a los Jardines del palacio de Mirabel. Primera parada obligada y foto con la catedral y la fortaleza de Hohensalzburg al fondo. Como es invierno parte de ellos esta cerrada así que se ven rápido. Hemos tenido suerte y aunque de camino llovió un poco, al llegar empezó a lucir el sol y nos olvidamos de los abrigos hasta la tarde.
Saliendo de los jardines por su parte sur nos encontramos con la casa en la que vivo Mozart, Mozart Wohnhaus, porque aquí todo es Mozart. Después visitaremos Mozart Geburtshaus, que es donde nació.
Cruzamos el río Salzach para llegar a la parte mas bonita de la ciudad. Lo hacemos por el puente mas emblemático que es el Makartsteg, lleno de candados y mensajes de enamorados, algo así como el Pont des Art de Paris.
Desde este lado del río podemos ver el Hotel Sacher, hermano del de Viena y conocido en todo el mundo por la famosa tarta que lleva su nombre.
Un poco más adelante la mencionada casa natal de Mozart, en la famosa calle Getreidegasse, llena de tiendas de todo tipo en sus arcadas y con un encanto especial. Pasear por esa y otras calles del centro histórico te transporta a otra época. Por supuesto no puedes dejar de probar las Mozartkugel o “bolas de Mozart” de chocolate con pistacho, dulce típico de Salzburgo. Las más populares son las Mirabel, pero las originales son las del Cafe-Konditorei Fürst, que fue el que inventó la receta en 1884. En esta calle también esta la tienda Red Bull, con cosas muy chulas si te va el rollo de la marca. Si es así no debes dejar de visitar el Hangar-7, en el aeropuerto, una especie de museo donde puedes ver los coches y las avionetas de la marca. También tiene un restaurante donde chefs con estrellas Michelin rotan para ofrecer un menú de altos vuelos.
Pasamos por la plaza de la Universidad de camino a la Catedral y nos encontramos un mercado con un montón de puestos, panes y bretzels, flores, quesos… todo cabe.
Llegamos a la catedral y cómo nos habían hablado tan bien de ella decidimos visitarla. Es gratis, solo piden la voluntad en la puerta, así que cada uno… Es de tipo barroco, con unos frescos en la cúpula y los techos para pasar un rato con el cuello estirado. Fue destruida y reconstruida en tres ocasiones, aunque aun conservan parte de la catedral original en la cripta. Tiene varios órganos uno de los cuales fue tocado por Mozart. Al salir, en la plaza se puede ver la Fontana della Residenza que nosotros la encontramos bajo una estructura que parece que le ponen en invierno para protegerla.
De ahí a la fortaleza, pero justo antes de entrar visitamos un cementerio que hay junto al funicular, el Petersfriedhof, pequeñito, muy bonito con flores y tumbas muy cuidadas, para nada siniestro.
La entrada a la fortaleza tiene dos versiones, la básica 12,90 euros y la “full equip” 16,30 euros que permite visitar las cámaras del Príncipe y el Teatro Mágico. Ambas incluyen subida y bajada en funicular y visita general con audio-guía. Como íbamos justos de tiempo compramos la básica. No hay descuento a estudiantes pero sí a niños de 6 a 14 años y a familias.
La fortaleza tiene unas vistas de la cuidad alucinantes y esta muy bien conservada. Nosotros comimos en el café que hay en lo alto, en una terraza con vistas a las montañas que si el tiempo lo permite es muy recomendable. Los precios estaban muy bien y el lugar es impresionante, así que algo tenia que fallar… la cocina. Normalita tirando a floja, platos poco elaborados pero tampoco íbamos buscando una estrella Michelin, así que tres platos principales y tres bebidas unos 50 euros.
La bajada la hicimos a pie disfrutando del paseo y de las caras de los que no saben que la entrada incluye el funicular.
Vuelta al centro por el ayuntamiento. Cruzamos el río de nuevo y subimos la calle Linzer Gasse, más tiendas y rincones interesantes de camino de vuelta al autobús. Nuestras 6 horas en Salzburgo no dan para más.
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1 comentario en “Breve escapada a Salzburgo. Esquí, música y mucho más”
No sabes la alegría de tenerte en viajefilos! Ya me voy haciendo una idea del ritmo de tus viajes y objetivos: Nieve, nieve, nieve! Gracias por compartirlo en vuestra red!